El fin de la civilización es algo inevitable, viendo el camino que sigue la humanidad. Es casi seguro que cerca de un par de miles de personas se salvarán; ¿quiénes?
Los modernos escrutadores del espacio: científicos astrónomos, astrofísicos, cosmólogos, con sus telescopios y otros instrumentos asociados, están perplejos y expectantes ante la aparición de un estrujador objeto celeste. Intrigados y miedosos observan su andar por el espacio interestelar. Ellos saben que a la Tierra le ocurrirá una catástrofe, pero no saben cuándo; tampoco saben el motivo real, aunque especulan mucho al respecto. La aparición en el firmamento del planeta intruso se encuentra registrada en todas las culturas; sobre todo en Egipto. Esto lo saben bien incluso varios egiptólogos.
La hipótesis en boga, que dice que el hombre es producto de la evolución de algún primate o de una bacteria, es absurda; responde solo al interés del manipulador del mundo. El término de una civilización no ocurre por primera vez. Todo esto ya ocurrió varias veces. El objetivo de esta empresa es alertar; a ver si de esta manera puedan algunos más, muchos o todos, salirse del problema grave que ya está encima, por lo que ya dijimos, y así no les afecte en nada el cataclismo.