Bretaña (Bretagne en francés y Breizh en bretón) es para los exploradores. Su espectacular y agreste costa, pueblos medievales y densos bosques hacen que valga la pena desviarse de las rutas más turísticas. París parece estar a un mundo de distancia en esta región de misticismo prehistórico, orgullosas tradiciones y enorme riqueza culinaria, cuyos independientes habitantes no pierden ocasión de celebrar su cultura.
Incluye: St-Malo, Dinard, Cancale, Dinan, Roscoff, Brest, Île d'Ouessant, Península de Crozon, Quimper, Carnac, Quiberon, Belle Île, Vannes, Rennes.