Marrakech suele ser la primera impresión que se lleva el viajero de Marruecos, y deja huella. Quizá sea la carreta jalada por un burro entre el ajetreo del zoco, los monumentos de azulejos y mármol o la enésima vez que el viajero se pierde en las callejuelas de la medina: esta gran ciudad del Magreb sin duda hechiza al viajero.
Incluye: Marrakech, Uirgane, Alto Atlas, Parque nacional de Tubkal, Tizi n'Test, Los oasis del sur, Valle del Draa, Valle del Dadés y las gargantas, Valle del Ziz y Tafilalt, De Risani a Zagora.