En un planeta repleto de retos, inquietudes y una constante búsqueda de la felicidad, nos enfrentamos a la cuestión primordial: ¿De qué manera logramos alcanzar la auténtica felicidad?
En nuestro afán por hallar respuestas, podemos caer en el engaño de buscar la felicidad en elementos efímeros y externos, no obstante, existe una fuente interminable de alegría y plenitud que supera las situaciones de la existencia. Esa fuente mantiene una estrecha y significativa conexión con Cristo.